Una vez más parece que
en el cerebro hay claves para muchos problemas de salud.
Cuando las dietas no funcionan y la cirugía bariátrica
tampoco ha dado resultado…, ¿qué se puede hacer para tratar la obesidad? Es una
cuestión que ahora puede abordarse también desde la Neurociencia.
A lo largo de los últimos años se ha avanzado mucho en el
conocimiento de las bases neurales de la obesidad, tanto sobre las estructuras
cerebrales que se relacionan con este problema de salud como sus fundamentos
neuropsiquiátricos. En este sentido, se sabe que una estructura cerebral
llamada hipotálamo tiene un papel importante en la neurofisiología de la
obesidad, y que lo que se denomina ‘circuito cerebral de la recompensa’ se
asocia con la búsqueda patológica de comida. Parte de este circuito es el núcleo
accumbens, una zona relacionada con el placer.
Al hilo de otras investigaciones con patologías como el
trastorno obsesivo compulsivo o la depresión, se plantea la posibilidad de
tratar la obesidad con técnicas de neuromodulación, concretamente con la
estimulación cerebral profunda. Con el objetivo de revisar esta cuestión de
forma exhaustiva, Allen L. Ho, del Standford University School of Medicine, y
otros investigadores han publicado recientemente un artículo en Cureus (2015).
En el texto se propone la idoneidad de la estimulación cerebral profunda para
ayudar a las personas con obesidad a controlar mejor su comportamiento y su
peso. Esta técnica implica el uso de un neuroestimulador que se coloca
quirúrgicamente en la persona y que aplica impulsos eléctricos sobre las zonas
cerebrales elegidas.