1. Reglas nemotécnicas para mejorar la memoria
La memoria funciona como un archivador. Si lo
acostumbramos a utilizar reglas nemotécnicas le costará mucho menos agilizar el
proceso de encontrar lo que está buscando. Así, utilizar asociaciones que nos
resulten cómodas con conceptos que queremos aprender ha resultado ser una
excelente estrategia para acostumbrar a nuestra memoria a que recupere con
rapidez lo que hemos aprendido. Asociar los números con palabras que rimen
podría ser el ejemplo más básico (uno-zumo; dos-tos, etc). Esta clase de
trucos, según han demostrado varios estudios publicados en la revista Neuron,
ponen en funcionamiento varias zonas del cerebro distintas del
hipocampo, como la corteza perirrinal que tiene un papel clave en el reconocimiento
visual.
Dormir bien es uno de los instrumentos para
mejorar la memoria pero
también
tiene muchos otros beneficios.
2. Abrir y cerrar las manos ayuda a mejorar la memoria
Un truco al alcance de todos. Una investigación
llevada a cabo por la Universidad de Montclair (EE.UU.) y publicada en la
revista Plos One, reveló que apretar el puño derecho durante
90 segundos ayuda en el proceso de formación de la memoria. De otro
lado, apretar el puño izquierdo, también facilita la recuperación de
información almacenada en nuestra memoria.
3. Los juegos de Brain Training mejoran la memoria
Todo aquello que emprendamos con objeto de
mejorar nuestra memoria va a dar sus frutos. Practicar 15 minutos al
día de juegos de entrenamiento cerebral, mejora el rendimiento de la
memoria de trabajo, las funciones ejecutivas y la velocidad de procesamiento,
según un estudio publicado en la revista Plos One.
4. Meditar mejora la memoria
Una investigación llevada a cabo por la
Universidad de California en Santa Bárbara (EE.UU.) demostró que con
dos semanas de entrenamiento en lo que se conoce como “mindfulness”,
es posible mejorar notablemente la comprensión lectora, la capacidad de
la memoria de trabajo y la concentración. La meditación es, por tanto,
una poderosa herramienta para ayudarnos a reforzar la memoria.
5. Cerrar los ojos mejora la memoria
Parece un gesto simple pero es completamente
efectivo. Un estudio llevado a cabo por un equipo de científicos de la
Universidad de Surrey (Reino Unido) con 178 participantes, concluyó que recordamos
hasta con un 23% más de eficacia (recordamos con más precisión los detalles) si
tenemos los ojos cerrados a si lo tenemos con ojos abiertos. El
estudio se publicó en la revista Journal and Criminology Psychology.
6. Café para mejorar la memoria
Los componentes del café no solo nos
despiertan y nos hacen sentir más activos, sino que también refuerzan la
memoria. La culpable es la cafeína y según un estudio desarrollado por
la Universidad Johns Hopkins (EE.UU.) y publicado en la revista Nature Neuroscience,
tomar un café justo después de haber afrontado un trabajo importante refuerza
nuestra memoria. “Es la primera vez que se observa este efecto de la cafeína
para reducir el olvido un día después de haberla ingerido”, explica Michael
Yassa, líder del estudio.
7. Sonidos sincronizados para mejorar la memoria
Aunque está en fase experimental, una nueva
investigación de la Universidad de Tübingen (Alemania) y que recoge la revista Neuron
ha descubierto que la reproducción durante el sueño de sonidos sincronizados
con el ritmo de las oscilaciones cerebrales lentas aumenta la memoria.
8. Hacer ejercicio mejora la memoria
Realizar ejercicio de intensidad moderada
ayuda a memorizar lo aprendido con anterioridad. Así lo atestigua un
reciente estudio de la Universidad de California (EE.UU.) en la que
participaron voluntarios de entre 50 y 85 años de edad y que demostraron las
bondades de estar activo físicamente. El experimento consistió en ver imágenes
placenteras; luego, pedalear en una bicicleta estática durante 6 minutos al 70%
de su capacidad y luego, una hora más tarde, realizar un examen sorpresa
respecto a las imágenes que habían visualizado antes de hacer ejercicio. Los
resultados demostraron que la liberación de norepinefrina, inducida por el
ejercicio físico, provocó una mejora llamativa de la memoria respecto a los
voluntarios que realizaron ejercicio en comparación con los que no lo hicieron.
9. Dormir la siesta mejora la memoria
Si un sueño reparador cada noche ya es de por sí
uno de los elementos a tener en cuenta para nuestra memoria, la siesta también
aporta su granito de arena. Dormir unos 20 minutos de siesta cada día
nos ayuda a recordar mejor lo que hayamos aprendido, ya que durante
este reposo consolidamos lo aprendido sin darnos cuenta. Este beneficio lo
obtenemos a cualquier edad.
10. Chocolate para mejorar la memoria
¿El chocolate es bueno para la memoria? Por
supuesto. Diversos estudios publicados en la revista British Journal of
Clinical Pharmacology han concluido que uno de los componentes del cacao,
los flavonoles, están relacionados con un mejor desempeño cognitivo.
El motivo es que estimulan la perfusión cerebral, favorecen la neurogénesis y
promueven cambios en las áreas relacionadas con el aprendizaje y la memoria.
11. Dormir bien mejora la memoria
Si tienes problemas de insomnio o te cuesta
dormir habitualmente, has de saber que ambos son grandes obstáculos si queremos
conseguir una memoria de delfín (que tienen mejor memoria que los elefantes).
Así, invertir en sueño desde que somos muy pequeños ha demostrado ser
el mejor instrumento para tener mejor memoria durante la vejez, según
un estudio publicado en la revista Sleep. En la investigación, que
duró varias décadas, los voluntarios del estudio (en torno a la mediana edad)
que durmieron las horas adecuadas, tenían mejor memoria 30 años después, que
los que no durmieron lo suficiente todos estos años. Además, no hemos de
olvidar que dormir bien habitualmente tiene un beneficio directo sobre la
memoria y el aprendizaje.
12. Socializar mejora la memoria
Relacionarse con los demás, ya sean amigos,
familia o conocidos, se ha asociado a una mejor memoria. Así lo atestigua un
estudio de investigadores australianos y publicado en la revista Journal of
Aging Research que demostró que aquellos participantes que tenían un mayor
contacto con amigos cercanos una importante red social, presentaron un
mejor rendimiento en las pruebas de memoria tras un seguimiento de 15 años.
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