Tras la sequía de El Niño, meteorólogos tienen el
reto de estudiar cambio en el océano Pacífico.
Por: Laura
Betancur Alarcón |
Foto:
Archivo EL TIEMPO
El Niño se caracteriza por la falta de lluvias en Colombia. La Niña, en
cambio, se caracteriza en nuestro país por el exceso de precipitaciones.
El
más reciente fenómeno de El Niño, que se vivió desde el 2015 hasta finales del
mes pasado, fue uno de los tres más intensos en los
últimos 60 años en el mundo y,
en Suramérica, tuvo especial impacto en las condiciones de sequía en Colombia,
Brasil y Venezuela.
Aun cuando muchos aún están asimilando sus efectos, ya surgieron interrogantes por la probable ocurrencia, a fin de año, del fenómeno contrario: el de La Niña. Así lo plantea Rodney Martínez, oceanógrafo y director del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen). En diálogo con EL TIEMPO, el investigador explicó los retos científicos que se tienen desde la meteorología con estos dos fenómenos.
Vale recordar que El Niño y La Niña dependen de la temperatura del océano Pacífico; cuando se calientan las aguas más de 0,5 centígrados en un periodo prolongado se habla de El Niño, cuando se enfría por debajo de esta cifra se habla de La Niña.
Aun cuando muchos aún están asimilando sus efectos, ya surgieron interrogantes por la probable ocurrencia, a fin de año, del fenómeno contrario: el de La Niña. Así lo plantea Rodney Martínez, oceanógrafo y director del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen). En diálogo con EL TIEMPO, el investigador explicó los retos científicos que se tienen desde la meteorología con estos dos fenómenos.
Vale recordar que El Niño y La Niña dependen de la temperatura del océano Pacífico; cuando se calientan las aguas más de 0,5 centígrados en un periodo prolongado se habla de El Niño, cuando se enfría por debajo de esta cifra se habla de La Niña.